El efecto del Brexit en la economía mexicana: impacto moderado
- Pedro Vega
- 18 ago 2016
- 2 Min. de lectura

Ante la salida del Reino Unido de la Unión Europea el pasado 24 de junio, es natural preguntarse cómo ha afectado dicho evento a la economía mexicana. En realidad el impacto del BREXIT en la economía de México ha sido francamente moderado. Se han vivido períodos y oleadas de alta volatilidad, pero no un cambio real ni estructural que afecten el funcionamiento de la misma en el largo plazo. Pero ¿porqué esto es así? Existen dos razones fundamentales.
En primer lugar, México no tiene un vínculo fuerte en términos reales y estructurales con la economía del Reino Unido. Nuestro principal socio comercial son los Estados Unidos; cerca del 80% del comercio de México con el resto del mundo es con la economía norteamericana. En contraste, el comercio entre México y la economía británica representa apenas el 0.7% del comercio total de nuestro país con el exterior, por lo que cambios en el número de exportaciones e importaciones de México con el Reino Unido no afectarían de manera relevante a la cuenta corriente ni a la balanza comercial mexicana.
En segundo lugar, el canal de comunicación más importante entre los eventos que pasan en el Reino Unido y México son los mercados financieros y es justo por este medio por el que se ha transmitido la volatilidad y la incertidumbre internacional que ha generado este cambio geopolítico. Un ejemplo que representa estas oleadas de alta volatilidad es el dólar. Antes del BREXIT, el dólar se cotizaba alrededor de 18.4 pesos/dólar y al cierre de hoy, 10 de agosto, se cotiza en 18.43 pesos/dólar. Es decir, no ha habido mucho cambio. No obstante, pocos días después del 24 de Junio, el dólar llegó a cotizarse en 19.15 pesos/dólar y para principios de julio se desplomó por debajo de 18.40 pesos/dólar, en parte por la subida de tasas de interés de referencia en 50 puntos base por parte de Banco de México con el objetivo de evitar el pass-through del tipo de cambio a inflación. Finalmente, al cierre del 3 de agosto se intercambiaban 18.90 pesos/dólar y una semana después, el tipo de cambio peso-dólar cerró en 18.43 pesos/dólar. En resumen, ha habido drásticas alzas y bajas en el tipo de cambio en estas últimas semanas, derivadas de las oleadas de alta volatilidad que se viven hoy en los mercados financieros.
Por otro lado, aunque la tasa de crecimiento de la inflación anual registró un ligero rebote en el mes de julio (0.26%), no hay razones por las cuales habría que vincular este fenómeno con el BREXIT. Este suceso se debe en gran medida, al reciente “gasolinazo” y a la subida en los precios de la luz, además del efecto que tiene la depreciación acumulada desde hace varios meses del peso frente al dólar en los precios internos.
Finalmente, a manera de reflexión, es importante tener en cuenta dos posibles efectos que puede tener el BREXIT: primero, la salida de flujos de inversión mexicana de Inglaterra, aunque esto se puede arreglar con nuevos tratados de libre comercio; segundo, y más importante, de mantenerse la reasignación de activos denominados en libras hacia activos denominados en dólares en busca de inversiones más seguras, como ha estado pasando, se podría seguir depreciando el peso frente al dólar, lo cual amenazaría el objetivo de inflación de Banco de México de 3%.
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