¿Precios que nos hacen viajar o la línea que nos une?
- Estefanía Alcalá
- 20 abr 2016
- 4 Min. de lectura

¿Cuál es la razón de que una compañía con apenas 10 años desde su fundación supere el valor de mercado de una de las empresas más sólidas de México con casi 80 años de antigüedad?
Desde mediados del año pasado Volaris con un valor de mercado de 37,490 millones de pesos y un precio por acción de $37.05 pesos supera al de Aeroméxico que es de 29,099 millones de pesos y un precio por acción de $39.86.
Si bien la propuesta de valor y la estructura de ambas empresas es muy distinta es un buen momento para analizar qué tendencias están guiando a la industria aérea y qué es lo que más valoran tanto los clientes como los inversionistas. ¿Es Aeroméxico una empresa vieja y cansada o una empresa de excelencia? ¿Es el gran crecimiento de Volaris sostenible o llegará el momento en que sus clientes demanden un mejor servicio?
Las acciones de Volaris han presentado un aumento del 26.38% en el 2016 contra el 1.45% de Aeroméxico.
¿Qué es lo que la ha convertido en la aerolínea más atractiva para los inversionistas?
En el 2015 presentó un aumento en EBITDA de 353%
Estructura de bajo costo.
Márgenes de EBITDA del 30% contra el 20% de la competencia.
Tarifas hasta un 150% más económicas que Aeroméxico en las principales rutas del país.
Al cierre del 2015 Aeroméxico reportó un pasivo de 3,331 millones de pesos por concepto de pensiones y beneficios laborales que representan el 6.68% de sus activos mientras que el mismo rubro es para Volaris de 10 millones de pesos o el 0.06% de sus activos.
Sin embargo, una estrategia tan agresiva en tarifas podría concluir con una guerra de precios nada favorable para la compañía o en la pérdida de mercado ante alguno de sus competidores low-cost Interjet o Vivaaerobus.
Además, una de las consecuencias de mantener los precios lo más bajo posible es la merma en la calidad del servicio y la puntualidad de los vuelos así como la amenaza latente a la rentabilidad de la compañía.
Finalmente, recordemos que es natural que el crecimiento de una empresa joven como Volaris sea mayor que el de una compañía madura como lo es Aeroméxico. Lo anterior es también la explicación de la gran diferencia por concepto de pensiones entre una y otra.
¿Y, Aeroméxico?
El pasado 18 de noviembre del 2015 la acción de Aeroméxico presentó una subida de más del 33% al anunciarse que Delta Air Lines, Inc. tenía la intención de adquirir hasta un 32% adicional del capital social del Grupo Aeroméxico a un precio de $43.59 pesos por acción con lo que de ser aprobado por las autoridades mexicanas y americanas correspondientes alcanzaría una participación accionaria del 49%
Al cierre del 2015 reportó un incremento de 47.6% en utilidad neta y 85% en EBITDA.
Es preferible ceder un poco de participación en el mercado que ver mermados sus márgenes de rentabilidad.
Hubo un aumento en los vuelos internacionales que son los más rentables.
Aeroméxico tiene base en la Cd. de México, Guadalajara y Monterrey mientras que Volaris ninguna.
Es el líder en el segmento de viajeros Premium y ejecutivo en México.
Miembro fundador de SkyTeam.
Alianza estratégica con Delta para aumentar su conectividad y disminuir costos.
No obstante, para poder hacer frente a éstos nuevos competidores nacionales Aeroméxico tiene que ganar un mayor dinamismo y disminuir su estructura de costos para poder reaccionar ante futuros ataques por parte de ellos o una pérdida significativa en la participación del mercado.
Las compañías de bajo costo se enfocan principalmente a un segmento de la población que es sumamente sensible a cambios en el precio. Además, destinan una fuerte cantidad de sus recursos en publicidad y mercadotecnia como lo ha demostrado la exitosa campaña publicitaria de Volaris razón por la que Aeroméxico no tardó en lanzar una nueva campaña publicitaria más cálida y sentimentalista.
Para concluir, el panorama actual de la industria de aviación se ve favorable ya que la mayoría de las aerolíneas han presentado mejoras en sus razones financieras; están cubiertas a las variaciones del tipo de cambio ya que gran parte de sus ingresos son en dólares; el nuevo aeropuerto en la Ciudad de México traerá grandes oportunidades y, principalmente, porque se ven beneficiadas con la caída en el precio del petróleo ya que el combustible representa entre el 40% y el 50% de sus costos.
La inversión final depende del perfil del inversionista. Para inversionistas que buscan invertir a largo plazo y con un perfil de riesgo conservador recomendaría Aeroméxico ya que es una empresa más grande, con un crecimiento estable e ingresos diversificados. Y, para aquel inversionista con un perfil de riesgo más agresivo recomendaría Volaris ya que como una inversión a corto plazo puede ofrecer mayores rendimientos, pero podría enfrentarse a grandes retos si se aprueba la solicitud de inmunidad antimonopolio de Delta y Aeroméxico y es más afectada por los nuevos competidores que trae consigo el OpenSky o de concretarse el IPO de Interjet.
Sin embargo, aún no se ha dado una resolución a la solicitud de inmunidad antimonopolio que permitiría una alianza profunda entre Delta y Aeroméxico que prohibiría la entrada de sus competidores a cualquiera de las rutas que operen.
Las presiones sindicales son menores para Aeroméxico debido a su tamaño y también a que el 69% de sus trabajadores están sindicalizados contra el 79% de los de Volaris.
Los ingresos de Aeroméxico están más diversificados con compañías como Club Premier, Aeroméxico Cargo, TechOps México, entre otras. Lo anterior, le da una mayor fortaleza para enfrentarse a una crisis o cambios estructurales como el OpenSky. Además, Aeroméxico Connect que es su aerolínea low-cost es muy rentable y competencia directa de Volaris.
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